Aunque de la investigación de operaciones se tienen antecedentes desde hace muchos siglos atrás, oficialmente se materializó a partir de la segunda guerra mundial, a partir de la necesidad de minimizar los costes de la guerra tanto económicos como humanos las grandes potencias se armaron de un componente científico que les permitiera analizar detalladamente todas las variables posibles y de esta manera lograr "optimizar" la guerra en todos sus aspectos.
Como siempre sucede, los logros técnicos de la guerra rápidamente son adaptados a la vida civil, y para la Investigación de Operaciones no fue la excepción, su aplicación en la industria tuvo gran apogeo y su aplicación fue rápidamente difundida y aceptada.
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